jueves, 23 de septiembre de 2010

La rutina del día a día es menos pesada a tu lado

-Esta parte del tema es importante, así que atended a la explicación. El sistema de gobierno pensado por Locke defendía la monarquía con limitaciones, similar a la establecida en Gran Bretaña...
Pero no, ella no estaba en esa clase, ni en el siglo XVII imaginándose los sistemas políticos de la época. Estaba mucho más cerca, a tan solo dos horas de despejar sus dudas. Lamentablemente, no eran dos horas en sentido de tiempo, sino de distancía; una distancía que no podía recorrer en aquel instante.
Sacaba el móvil de vez en cuando, con la esperanza de que el ajetreo de clase le hubiese impedido oír y sentir la vibración del sms. Pero no, la clase estaba demasiado dormida como para tapar el más mínimo ruido. Hasta el envoltorio del cichle Clix de Lor sonaba por encima de la voz de la profesora.
En la siguiente clase, Eduación Física, sacó por un instante aquella B de su cabeza para concentrarse en la V de la velocidad que el profesor exigía y a la que raramente conseguía llegar ella. 'Este fin de semana tengo que empezar con el ejercicio diario.'
Diez minutos antes de que tocara el timbre, les dieron vía libre. Ella se fue sin pensárselo dos veces a la ducha, a quedarse adormilada bajo un chorro de agua helada para bajar el dolor de cabeza que el calor que producía.
Fue al salir cuando reparó en que no estaba tan lejos como ella creía. Se quedó mirándole fijamente un par de minutos, absorvida por aquellas curvas tan bien definidas. Acercó su mano despacio, alargó el dedo índice, hizo un suave gesto y le acarició. Sus labios dibujaron una sonrisa amplia, tan amplia como la que se apreciaba en su cadera.


Aquel dibujo que hizo con el fin de agradarle a él ahora la hacía sonreír a ella. Quizás no sea tan incierto que el amor es cosa de dos.

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